Desde Noruega vuelven a la carga los BIG CITY. Su primer disco “Wintersleep” salió en 2.014, aunque fue reeditado e incluido en una edición Deluxe de su segundo disco “Big City Life” en 2.018. Ambos álbumes fueron grabados con el cantante Jan Le Brandt. Con la entrada del nuevo vocalista Jørgen Bergersen (procedente de la “cover band” Rock the night, tributo a Europe) editaron su tercer disco “Testify X” en 2.021 y en estos iniciales días del 2.023 saldrá este cuarto trabajo llamado “Sunwind sails”.
Big City se reparten las guitarras rítmicas, solistas y acústicas entre Daniel Olaisen y Frank Ørland, en el bajo está Miguel Pereira y en la batería Frank Nordeng Røe. Tal y como indica la info promocional, es una banda de exquisito Hard Rock melódico con influencia y elementos de Metal. Debo añadir que junto a esos estilos que son intercambiables en cualquier composición, también introducen minuciosas maniobras progresivas interpretadas a un nivel superior por estos fenomenales músicos.
Con una intro de slow electric guitar se nos viene un comienzo engañoso a ritmo de Kamelot y se presenta “I’m somebody” que construye un puente, nunca mejor dicho, muy a lo Pink Cream 69. Como en todo el disco, la batería es marcial y es precisa como una máquina, el bajo consigue su destacado lugar y el cantante sabe darte las melodías envueltas en una canción poderosa de Hard & Heavy ultra melódico y con triple personalidad compositiva. Más agresiva y Power es “Sons of desire”, suena cruda, clara y estridente, se atrinchera en lo Heavy Classic bipolar, luchan voces e instrumentación como Manowar y rozan la furia germana, como debe ser.
La extensa demostración y devoción a los Dream Theater en el comienzo de “Human mind” se desarrolla con Metal Progresivo hipnotizador en el devenir de la canción. Flirtean sin esconderse con Vanden Plas y guiñan el ojo a Elegy, de reojo a Eldritch y… a otras atractivas bandas del género. Me gusta mucho como dirigen la atención hacia elementos más “normales” y “sencillos” para crear algo interesante como unos TNT antes de volver a la complejidad musical. Ese Hard Rock metalizado de “Collin’s looking for a hideout” es identificable en esta banda y si te gustan Michael Vescera, Rob Rock, Tony Harnell, D. C. Cooper, David Readman, Ralf Scheepers, James Labrie o los otros grandes que todos conocemos, es que tienes los mismos gustos que el cantante. Me fascinan en “Diamond in the rough” con su buena y fácil manera de agarrar esas melodías y conjuntarlas con guitarras y teclados supersincronizados creando un rollo grande y majestuoso. La sección rítmica tira del carro y el cantante es una pura bestia.
La vena genial, cariñosa, adorable, ¿comercial? de “Now” es instantánea y sirve de contrapunto al resto del álbum. El presente del Metal melódico es el aquí y ahora, los Big City lo tienen claro. Algún día nos acordaremos de lo mucho y bueno que hicieron los Pretty Maids por el HeavyRock europeo. Dinámicas y ritmos martilleantes de percusión y bajo son muy parecidos a los Pink Cream 69, a los infinitos proyectos de Magnus Karlsson y la determinación de guitarras de Metal muy Heavys de Primal Fear aparecen en la rápida y cambiante “After the raid”.
No quería nombrar a Judas Priest o a Helloween porque eso es evidente y se da por hecho. Las entradas de todas las canciones son espectaculares como en “Sunwind sails” y poco tienen que ver con el camino que seguirán después. Vuelve a cantar en diferentes direcciones a lo Mark Boals y con el tono y empuje del enorme David Readman cuando se concentra y está inspirado. “Silver line” con su habitual entradilla instrumental de categoria superior es como aquellos grupos que abrieron el melón del Heavy Metal europeo y americano. No te despegas de ese sonido tan ancestral y amado por todos los que fuimos envenenados por el Metal de por vida y sin antídoto. Queensrÿche, por ejemplo, hicieron que rechazara la falsa salvación y que Aceptara el Metal en mi corazón…y orgulloso estoy.
Estos músicos de Big City son esponjas del mejor Hard&Heavy técnico y melódico jamás creado, no quiero nombrar a los Judas de los 80’s…de verdad que no quiero nombrarlos. Las maravillas de Impelliteri, de Angra, de Obsession, de Loudness…se representan en mi preferida “Sparks of eternity”, y no te quedan más remedio que sucumbir a aquellos iluminados tiempos en que cualquier oscura gran ciudad, con el viento a favor, estaba inundada de heavys que creían en esta música hasta la eternidad.
85%
Manuel Campos Ruíz.
ENGLISH:
From Norway, BIG CITY return to the fray. His first album «Wintersleep» came out in 2014, although it was reissued and included in a Deluxe edition of his second album «Big City Life» in 2018. Both albums were recorded with singer Jan Le Brandt. With the entry of the new vocalist Jørgen Bergersen (from the «cover band» Rock the night, a tribute to Europe) they released their third album «Testify X» in 2021 and in these initial days of 2023 this fourth album called «Sunwind sails» will be released. .
Big City shares the rhythm, lead and acoustic guitars between Daniel Olaisen and Frank Ørland, Miguel Pereira is on bass and Frank Nordeng Røe is on drums. As the promotional info indicates, it is a band of exquisite melodic Hard Rock with influences and elements of Metal. I must add that along with those styles that are interchangeable in any composition, they also introduce detailed progressive maneuvers performed at a higher level by these phenomenal musicians.
With a slow electric guitar intro, a deceptive beginning comes to the rhythm of Kamelot and “I’m somebody” is presented, which builds a bridge, never better said, very much like Pink Cream 69. As in the entire album, the drums it is martial and precise as a machine, the bass gets its prominent place and the singer knows how to give you the melodies wrapped in a powerful song of ultra melodic Hard & Heavy and with triple compositional personality. More aggressive and Power is “Sons of desire”, it sounds raw, clear and strident, it entrenches itself in bipolar Heavy Classic, voices and instrumentation fight like Manowar and borders on German fury, as it should be.
The extensive demonstration and devotion to Dream Theater in the beginning of “Human mind” unfolds with mesmerizing Progressive Metal in the flow of the song. They openly flirt with Vanden Plas and wink at Elegy, Eldritch and… other attractive bands of the genre. I really like how they direct attention towards more “normal” and “simple” elements to create something interesting like some TNT before going back to musical complexity. That metallic Hard Rock from “Collin’s looking for a hideout”
The cool, affectionate, adorable, commercial streak? of “Now” is instantaneous and serves as a counterpoint to the rest of the album. The present of melodic Metal is the here and now, the Big City have it clear. Someday we will remember how much good the Pretty Maids did for European HeavyRock. Dynamics and pounding rhythms of percussion and bass are very similar to the Pink Cream 69, to the infinite projects of Magnus Karlsson and the determination of very Heavy Metal guitars of Primal Fear appear in the fast and changing “After the raid”.
I didn’t want to name Judas Priest or Helloween because that’s obvious and taken for granted. The entries of all the songs are spectacular as in «Sunwind sails» and have little to do with the path they will follow later. He sings again in different directions like Mark Boals and with the tone and drive of the enormous David Readman when he is focused and inspired. “Silver line” with its usual instrumental lead of a superior category is like those groups that opened the scene of European and American Heavy Metal. You don’t get detached from that sound so ancient and loved by all of us who were poisoned by Metal for life and without an antidote. Queensrÿche, for example, made me reject false salvation and Accept Metal in my heart…and I am proud.
These Big City musicians are sponges of the best technical and melodic Hard&Heavy ever created, I don’t want to name the Judas of the 80’s…I really don’t want to name them. The wonders of Impelliteri, Angra, Obsession, Loudness… are represented in my favorite «Sparks of eternity», and you have no choice but to succumb to those illuminated times in which any dark big city, with the wind in favor, it was inundated with heavys who believed in this music until eternity.
85%
viriAOR 
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