El señor Reece no inventa la pólvora, pero sin duda es todo un maestro en hacerla explotar, dando una vuelta de tuerca al género una y otra vez, haciendo de lo clásico algo novedoso, entregando temas actuales con todos los matices ya conocidos, y desde algo más de la última década con una calidad excepcional. Cuando se me dio la oportunidad de realizar esta reseña casi que sabía lo que me iba a encontrar y es por eso que no lo dude ni un minuto.
Su trayectoria es de sobra conocida, Dare Force y sin duda su entrada en Accept en el año 1989, hace que se ponga su nombre en el candelero, con un disco magnífico pero que por culpa del fanatismo y las comparaciones, hacen que finalmente se convierta en un arma de doble filo, dando notoriedad a su nombre pero que se infravalore la notable calidad del músico, opacando todas sus virtudes y que no se llegue a apreciar todo lo que el frontman puede llegar a ofrecer. En 1991 conforma una nueva banda llamada Bangalore Choir con la que graban su primer disco, pero deja este proyecto en stand by para unirse con Sircle of Silence, en esta formación estaría hasta el año 1994, volviendo a saltar a otra formación llamada Stream con la que graba un LP.
David decide hacer un largo receso, no se sabe si por desencanto con la industria, o por otros motivos desconocidos. Por suerte para todos el de Oklahoma, vuelve a finales de los 2000 y de qué manera, para dejar claro que desborda talento por los cuatro costados, apareciendo como vocalista princial en cantidad y buenos trabajos, como por ejemplo en Tango Down, Bonifire, Gypsy Rose, reconstruye Bangalore Choir, hace gran cantidad de colaboraciones con musicos de prestigio, y también pone en marcha su carrera en solitario, dejando claro que está aquí para quedarse y consolidarse como el gran artista que es.
Me encanta enchufarme discos como este Cacophony Of Souls, y sorprenderme al escuchar temas tan genuinos como lo es el propio cantante de rock. Cacophony Of Souls son 12 temas de adrenalina y pasión por el hard rock más potente, sonidos puros y contundentes que no te hacen preguntarte si suenan a esto o aquello. Acompañado del guitarrista Andy Susemihl (UDO/Sinner), el bajista Malte Frederik Burkert (Sainted Sinners) y el batería Andrea Gianangeli (Dragonhammer).
El disco llegará en la primera quincena del mes de marzo, y para más leña, lo acompaña con el comienzo de una gira europea ese mismo mes, que hará que sobre mediados de año, visite también nuestro país.
Los primeros tracks entran solos como unos buenos aperitivos antes de una gran comilona, Chasing The Shadows, Blood On Our Hands y Judgement Day son ejemplo perfecto de cuál va a ser la dinámica del disco, estos son los tres primeros impactos directos que recibiremos del americano, sin miramientos ni tonterías, hard metal de alta calidad. Continúa la fiesta con Collective Anasthesia, algo más melódica que las tres anteriores, pero que no se sale del guion marcado, con unos cambios de ritmo que no te dejan indiferente, poniéndose muy cañera en la recta final de la pista, una de las tantas joyas del álbum.
Llegamos a la maravillosa Cacophony Of Souls, que da título al álbum, arrancando con una voz grave de ultratumba y un acompañamiento rítmico de guitarra, entrelaza con un estribillo que se graba en el cerebro, quedando remanente y haciendo que después de la escucha, nos invite a seguir tarareando el titulo del tema. ¿Necesitas coger aire? No pasa nada, llega Another Life Another Time, maravillosa y delicada balada digna de perdurar en el tiempo, disfrútala y ponte tierno con ella, porque es la única lenta que encontraremos en todo el álbum, después de esto vuelve el empotrador con Metal Voice, otro latigazo asesino que deja implícito en el nombre lo que vamos a encontrar, esta dará paso a Over And Over, un pesado medio tiempo con un riff oscuro y un gran solo de bajo y guitarra en su meridiano. Back In The Days es otro buen track de puro rock de estribillo pegadizo.
A Perfect World es de nuevo un medio tiempo, en un tono más melódico para esta ocasión, pero que no se sale de la línea de todo lo escuchado hasta el momento. Con sonido algo más heavy si cabe da comienzo Bleed, riffs clásicos de siempre puestos a disposición del gran vocalista. Y ya para irnos calentitos, nos da la puntilla con No Desguise, otro top de auténtico sabor hardrockero de toda la vida del señor.
No me hubiese importado que Cacophony Of Souls, hubiese tenido otros 12 temas más, pero se me acaban los adjetivos para este gran disco, que pese a su linealidad, no adolece en nada a su gran calidad, lo único que pone en evidencia este Cacophony Of Souls, es que David Reece tiene que estar entre los grandes del rock, un tipo con un gran talento, que ha trabajado mucho, duro y bien.
87%
David Gotibil.
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