PEARL ADAY, hija biológica del batería de la banda de JANIS JOPLIN, FULL TILT BOOGIE, tuvo la figura de padre verdadero en la adopción de MEAT LOAF. Con esta premisa, era muy difícil que la rubia vocalista y compositora, no desarrollara la naturaleza de sus genes y el aprendizaje vital inherente, ahondando en un sentido artístico notable, pero, para mayor regocijo, tan sincero y propio.
Su bagaje como corista para bandas como MÖTLEY CRÜE o el mismísimo MEAT LOAF, llegando a incluso a realizar duetos con él, bien como miembro de la banda STELLA o como invitada en discos de FILTER, BLACK STAR RIDERS, ACE FREHLEY, se traduce, por supuesto, en un liderazgo indiscutible de PEARL, su banda, en la que engrosa filas con su marido Scott Ian (guitarrista de los míticos ANTHRAX) y músicos de MOTHER SUPERIOR (acompañantes del gran HENRY ROLLINS), entregándonos con este Heartbreak and Canyon Revelry, dos largas duración de clamor crítico.
Una sana colección de canciones donde nuevamente la esencia americana está liada sin filtros. Bocanadas directas al pulmón, secando nuestras gargantas. Acomodando el sudor de soles de justicia, dejando espacio para la transpiración de los pliegues de nuestra ropa, ceñida en polvo y humedad, mimetizándonos con un entorno cinematográfico. Un disco que sabe a vida. Quizás una vida que mayormente conocemos a través de diferentes planos de cámara pero que intuimos, por su persistencia, como parcialmente nuestra. Una vida que solo la música puede darnos, en esas aventuras descabelladas que aceleran nuestro corazón calzando las botas de otros.
Incursiones variables de intensidad en la raíz de géneros como el Country, el Blues y el Rock, siempre desde la autoría, con autoridad suficiente para aferrar nuestra mano, sin preguntar, y poseer nuestros ojos en el atisbo desde el filo de los cañones que en caída libre penetran en el corazón de la tierra. Con permisos de libertad para crear en cada atardecer una victoria consensuada entre nuestras obligaciones y nuestros sueños, respetándonos a nosotros mismos por vivir. Enterneciendo la complicidad del beneplácito que ofrece la brisa vespertina, en un porche vigía de inmensos campos de oro, previa al canto de los grillos, donde, botella en mano, cazamos estrellas y disparamos a la luna.
Desde el desnudo Blues despreocupado de Be Your Own Horses, de acento territorial, pasando por All I Got (Gina´s Song), de espacios minimalistas de distinción en completa definición estilística, hasta Mama, de mayor pesadez instrumental y herencia clásica culminando en éxtasis, y el dueto de agradecer en la cover de Let It Go, apasionante tema de los propios MOTHER SUPERIOR.
Pero el tesoro, como buenas perlas semi ocultas, se encuentran en los temas de adecuación más comercial y melódica, que, para ser sinceros, debieran reventar los charts especializados del imperio de la antena americano.
Living A Lie me transporta a los grandes singles de SHERYL CROW, con todo lo bueno que ello conlleva para alzar el ánimo, entre guitarras eléctricas, acústicas e impulsos rítmicos sin miedo a los silencios.
Who Am I, tan delicada como expuesta en perfecta disertación, una plegaria de belleza vocal. De la misma forma brota Sleepless Nights, más cándida aún, más country todavía y con un solo a lo SAMBORA apetecible hasta el ansía, culmen para aupar la preciosa voz de la rubia vocalista.
Con espíritu más rockero, más de restaurante de carretera, nos sentamos en una confortante barra para, desde un taburete con vistas a los camiones aparcados fuera, beber a gesticulares sorbos, una Levon Song de sabor a `cuervos negros´ sin agitar.
Days Gone By engrandece este disco con su aroma a clásico de ROY ORBISON. Colchones de coros de la costa Oeste, Steel Guitar, escobillas de percusión y preciosas líneas vocales. De haber sido compuesta hace sesenta años, todos la conoceríamos de una forma u otra.
Rodeada de toda la parafernalia instrumental que necesita América para agasajar a sus cantos de cuna, Steel Guitar, Slide Guitar, acústicas y sólido sentido de combo básico, consigue irremediablemente, atrapar toda su expresión sin ni siquiera rozar la autocomplacencia.
Para cerrar este cancionero de autora en exposición, Rebel Young y Nothing Like Roman, ambas de carácter nostálgico y de pinceladas BRYAN ADAMS por una parte y, por la otra MITCH MALLOY, circunscritas en el estilo personal de una PEARL ADAY que brilla a lo largo de cada interpretación.
Si tienes un rato para divagar y relajarte, fúmate este cigarro dorado por la necesidad de soñar, te sabrá a lujo.
73%
Jesús Alijo Lux