James Wilkinson, mejor conocido como Jizzy Pearl, es el vocalista, por derecho propio, de los minusvalorados LOVE/HATE, aquella agitada banda angelina que, en los convulsos años noventa, decidió dar un puntapié a la escena glamurosa de rockeros aptos para todos los públicos, editando un cañonazo poco ortodoxo para el público más acomodado, titulado Blackout In The Red Room. Wasted In America nació como el gemelo malvado dos años después, incrementando su falta de disciplina compositiva y acongojando a los `niños guapos´ del momento. Su tercer asalto, Let´s Rumble, más salvaje, mantenía el tipo antes de derrumbar su ego inconsistente sobre obras poco valiosas para la atención, incluso, para la del `furtivo cazatalentos insospechados´ de ligero monedero. Una banda de cierto culto para los que las ataduras nos venían ya un poco grandes.
Después, este culo de mal asiento, pernoctó con las horas bajas de bandas insignes como LA GUNS, RATT o QUIET RIOT, iniciando también su poco atractiva carrera en solitario. Una voz de esas que o amas u odias, pero que nunca deja indiferente. Macarra, pendenciero, chulesco, vamos, un vividor ávido de noches agónicas en tugurios parcialmente iluminados y ovaciones dosificadas, una estrella caduca de decenas y no de miles.
Acompañando a la nota promocional de este trabajo, una coletilla: `la mejor colección de canciones escritas por este artista desde Blackout In The Red Room´, obviando sus dos notables referencias posteriores, haciendo que mi interés decayera antes de escuchar el álbum, en un boicot no articulado hacia el segmento empresarial que habita en cada disco y, como no, haciendo que una sonrisa picarona se asomara por la comisura de mis labios en la típica `jeta´ de `me la están intentando colar otra vez´.
Acompañado por su guitarra y la de Darren Housholder, uno de los `hachas´ que pasaron por LOVE/HATE, Mark Dutton (THE CHRIS ROBINSON BROTHERHOOD) al bajo y por Dave Moreno a las baquetas (PUDDLE OF MUD), temí de nuevo que todo fuera un ejercicio de nostalgia saca cuartos en un popurrí de émulos innecesarios.
Menos mal que uno ya está curado de espanto con las campañas promocionales de los sellos discográficos y, de buena gana, encontré el momento de prestar atención a este bronco artista y su garganta amedrentadora.
All You Need Is Soul no va a cambiar el mundo, hasta ahí llego, pero desprende tanta sinceridad como la axila de un músico bajo los focos del escenario durante dos horas de arrebato colérico, y eso, a mí, me vale en los tiempos de ascensión del alma de las producciones deshumanizadas. Rock con cojones, los de este fiera de sesenta años, que puestos sobre la mesa parecen los de un cuarentón enfadado con el mundo, sin apenas cesión a la comercialidad de aquel al que le platean las sienes.
Sí, hay LOVE/HATE aquí, pero también mucho GUNS AND ROSES sin adulterar, mala leche SKID ROW y algo de descaro BANG TANGO. Y la voz, aún destacable, de un punk venido a rockero o viceversa.
Anfetamina cortada con Valium, para no fumarnos el cielo demasiado rápidamente en trallazos como Miss Me When I´m Gone y Frustrated, regados con caldos baratos y vomitados sin complejos.
Callejones orinados para reyertas posicionales, `aquí estoy yo´ y mis santas pelotas, `es la hora de repartir estopa´ a los aburguesados del Rock. High For An Eye, All You Need Is Soul, Mr. Jimmy.
Coraje y desparpajo de media docena de tragos de bourbon, Coming Home To The Bone, House Of Sin, Mortified, You Don´t Know What It´s Like (una suculenta mezcla de BLIND MELON y UGLY KID JOE).
Blancazo opiáceo y pesadez en las piernas, When The Devil Comes, Little Treasures.
Cartas llenas de borrones, cuando se atragantan las palabras con ese nudo que se atasca en la garganta a la hora de desnudar los sentimientos, quizás el guiño más cercano a la escena de la que nunca formaron parte, en una It Doesn´t Matter que podría resumir la sentencia de una década, guitarra acústica a la espalda.
Tenían razón en que son las mejores canciones que ha escrito Pearl, matizando, sin olvidarse el segundo y tercer disco de los `amor/odio´, desde hace muuucho tiempo. Eso sí, tampoco esperes que este disco te salve la vida. Una buena forma de perder un rato de tu preciado tiempo con unos cuantos temas genuinos y otros con sus luces y sus sombras. Rock sin prótesis innecesarias en sus extensiones básicas. Rock, ¡qué carajo! ¡A ver si ahora va a haber que pedir perdón por mantener el sentido de lo básico! Tú mismo.
68%
Jesús Alijo Lux