
La carrera de un músico no sólo se debería medir por sus logros pasados, sino también por su capacidad evolutiva y, como no podía ser de otra manera, por la conexión que esta mantenga con sus seguidores.
TNT fueron un referente indiscutible del Hard Rock melódico europeo en los lejanos años ochenta. Su cénit compositivo y comercial llegó con el maravilloso Intuition, dejando un sabor de boca reñido entre sus fans con Realized Fantasies, un disco que evolucionaba su forma de entender la música y que a mí personalmente me encantó, pero que no recibió los parabienes de todo el público, comenzando una espiral descendente que halló en My Religion un respiro.
La espantada de Tony Harnell, vocalista venerado entre los amantes de su estilo, dejó un puesto vacante para una leyenda tamaña como es Tony Mills, pero la colaboración entre el artista y los noruegos no llegó a fructificar más allá de tres trabajos de esquiva calidad. Mucho ruido y pocas nueces. No fue el único que abandonó el barco, en un desfile de músicos que parece no abonar la tranquilidad en el seno de la banda.
Ronni Le Tekro es un poseso de la guitarra, un marchante de melodías al filo del excentricismo, un mercader de incómoda posición frente a los cánones más definitorios de su propuesta general, alcanzando una identidad propia y, también, un desarrollo propio no apto para todos los gustos, pero, indudablemente llamativo. Diesel Dhal, tras los parches, uno de los miembro más queridos del line up clásico de TNT, lleva ya casi dos décadas en activo, desde su vuelta con el guitarrista, en un mutuo cortejo por recuperar la gloria del pasado. Actualmente Ove Husemoen completa la sección rítmica desde hace un par de años en los que la incógnita se centraba en, tras un nuevo abandono de Harnell en la enésima reunión previa a nuevo material discográfico, quien agarraría el micrófono para defender los nuevos temas anunciados.
La sorpresa fue mayúscula cuando se despejó la duda, Baol Bardot Bulsara, vocalista español, fue el elegido para la misión, dejándonos perplejos ante la decisión, no por falta de calidad, Dios me libre, sino por lo inesperado de la noticia, ya que TNT tienen el poder y popularidad para elegir entre cientos de cantantes de reconocimiento masivo. Pero no, ellos eligieron a un desconocido para el gran público a la hora de desempeñar su siguiente paso. Al menos reconozco que me parece meritorio dar oportunidades antes de priorizar híbridos de estrellas.
La cosa no pintaba bien pues, tras colgar su primer single a modo de presentación, la respuesta popular fue manifiesta: Ni la nota promocional que vendía una vuelta al sonido Intuition, ni la calidad bochornosa de un Are you Ready For Some Hard Rock (infantiloide proclama trasnochada hasta la médula) tenían nexos comunes, más bien parecían un robo de carteras premeditado, y así lo manifestó la indignada comunidad Hard rockera en incontables posts y comentarios en las redes sociales que, de entrada, estigmatizaron un venidero XIII al que las ansias se le habían desplomado.
Tal fue el asunto que Le Tekro tuvo que dar la cara en unos comentarios más propios del que acaban de pillar en un renuncio que del que confía plenamente en la solidez de lo que ofrece.
Tears In My Eyes no se hizo esperar, aplacando la ira de un sector minúsculo con su claro acento Intuition, pero que, para los más estrictos, tampoco calmó las turbulentas aguas de desidia que bañaban una playa en la que las toallas empiezan a escasear.
Ahora con el disco de marras en mis manos ya puedo hablar libremente, por mucho que me duela. De entrada, para mí, Ronni ha cambiado de nombre propio para ser conocido en mi lenguaje personal por el mote que le he calzado. Ahora le apelo como `Le TERKO´. Terquedad en difundir un mensaje erróneo para los fans de la banda a través de unas canciones más propias de su carrera en solitario, que aunque agasajadas con detalles TNT, faltaría más, ni a años luz comprenden lo que se espera de ellos.
We´re Gonna Make It, entre distorsiones saturadas y sonoridades de Aurora Boreal, abre el disco prometiendo, un buen tema claramente referencial a su cuarto disco, pero aun así me falta algo, llamémoslo magia.
Not Feeling Anything en concepto se aproxima a Realized Fantasies, lo cual a mí me agrada, pero adolece de un estribillo brutal, marca indispensable de aquel redondo. Más Hard Rock pero más laxo de estatus. Sensación que prosigue en un insípido Fair Warning, al servicio de la técnica de Le Terko (sí, lo he escrito así adrede) que, demasiado temprano empiezo a notar anquilosada en patrones firmados por el mismo. 17th Of May otra sicodélica demostración cercana al final del disco, imprime sensación de relleno absoluto. Con voces histriónicas, guitarras insulsas y un estribillo que no acaba de completar, de nuevo en la línea de Realized Fantasies, sin la gracia de aquel.
It´s Electric con esos armónicos vocales doblados y hasta multiplicados, en una canción de sintonía `hippy´, de despreocupación argumentativa y vacile facilón, descentran desde el segundo uno. El estribillo mejora pero no es suficiente, ni de lejos.
Where You Belong, con cierto perfume BON JOVI en su estrofa (¿a nadie le recuerda ligeramente a Wild Is The Wind?) encierra el secreto de como arruinar una balada demasiado edulcorada y angelical con un despliegue de agudos innecesario.
Can´t Breathe Anymore también me trae ciertos recuerdos con sus teclados, en este caso, al disco de OPEN SKYZ donde Hugo de VALENTINE empezó a travestirse en STEVE PERRY. Con guitarras y atmósfera QUEEN (The Miracle), dejando patente que nada tiene que ver con Intuition (¿Por qué lo he mencionado ya tantas veces? Déjame adivinar… ¿Nostalgia?), pero al menos resulta más atrayente.
Are You Ready For Some Hard Rock suena por mis altavoces. Paso palabra, bueno mejor no, ya que me he puesto a currar. Insulso remanente de imaginería Hard Rock de chicle de fresa, reconocible tratamiento de las seis cuerdas pero en su totalidad evitable. La saturación de las voces principales en la parte final de su coro, bajo los ecos del estribillo llegan a desquiciar.
People Come Together profundiza en el ánimo anti compromiso de la banda. Más potente, más correcto pero nuevamente falto de esencia, aunque quemar el mástil de la guitarra en incendiarios pasajes instrumentales ayuda.
Tears In My Eyes desde su acercamiento me enganchó. Preciosas líneas vocales, en un brillante medio tiempo, de un portentoso Bulsara que, todo hay que decirlo, me parece un gran vocalista ante lo expuesto, pero que hubiera brillado sobremanera ante una colección de canciones con más epicentro comercial posicionado en este planeta y no en una nube cannábica.
Catch A Wave, cercano al Pop Rock actual, en tonos FOO FIGHTER incluso, con una brisa de jovialidad afable, es altamente disfrutable, de lo mejor del disco.
Sunshine cierra, en forma de emotiva balada con cierto deje country y sello TNT. De mejores maneras que su predecesora en este trabajo. El timbre de Bulsara es ideal para dejarse llevar por esta magnífica composición.
Avatares del streaming no me dejan clara la producción y mezcla de este XIII, pareciéndome mejorable, hecho que intentaré disipar en formato físico si creo oportuno y me encuentro motivado a derrochar unos euros en un redondo que arroja dudas razonables a su compra.
Lo peor: caminar por un jardín esquivando excrementos para toparte con alguna rosa verde aun. Lo mejor: descubrir un talento como Bulsara.
ALEA JACTA EST.
30%
Jesús Alijo Lux

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