Vuelta al ruedo del hijo prodigo de ViriAOR. Descuelgo el teclado para seguir dándoos la tabar… Digo, escribiendo grandes críticas para vosotros.
Otros que vuelven son la gente de George Lynch, y lo hacen con un gran disco de hard rock cargado de influencias setenteras y noventeras. Y es que este The Brotherhood bebe a partes iguales de Led Zeppelin y de Soundgarden, debo decir que de la mejor cara de los del tristemente desaparecido Chris Cornell.
Es un disco con ritmos pesados y riff machacones pero realizados con buen gusto y con licks inteligentemente lanzados en el momento oportuno para que el conjunto no sea excesivamente repetitivo, algo en lo que también ayuda tener a una estilosa bestia como Oni Logan a las voces.
Main Offender es la elegida para abrir fuego y lo hace dejando claro por dónde van los tiros. Un riff cañero, un ritmo bailongo y Logan desgarrándose el alma, combinación ganadora.
Le sigue Mr Jekyll & Hyde que bebe más del modern rock mientras que I’ll Take Miami es un fiestaza de vacile continuo, probablemente el tema que más he disfrutado del disco.
Last Call Lady es un medio tiempo cañero, con mucho sabor a rock clásico y algún punto sureño, algo con lo que Lynch va coqueteando en gran parte del álbum.
Con Where We Started la cosa se pone vuelve a los derroteros de grunge/modern con un tema oscuro y afilado, algo que de pronto se ve contrastado con una joyita de sonido oriental como The Forgotten Pearl Maiden, una pequeña delicatessen para disfrutar a parte.
El guitarreo tiene poco descanso y enseguida está Lynch de nuevo haciendo de las suyas en Until The Sky Comes Down, con un gran arranque y un sonido duro pero melódico, y como viene siendo norma tras una de cal llega la arena, en forma de Black Heart Days donde Lynch está más hard rockero y Logan le da la contra con tonos más modernos, gran combinación.
Black Mountain y Dog Town Mystics son quizá los temas de digestión más dura del álbum, melódicos, no lo intenten en sus casas, el resto encontrará piezas atmosféricas y pesadas pero que ganan interés con las escuchas con un puntillo a Black Sabbath e incluso Stoner Rock.
En penúltimo lugar llega Miles Away una balada melancólica absolutamente arrebatadora y que contiene un gran solo de Lynch.
El verdadero final lo pone Until I Get My Gold donde ya se ponen sureños del “tó” con sonido harmónica y toda la parafernalia, una rareza bastante chula que realmente te transporta.
Resumiendo, The Brotherhood es como bajarte al barrio chungo, es duro, peligroso y a veces triste, pero te lo puedes pasar muy bien si te va la marcha.
Recomendado a oídos y mentes abiertas.
70%
Callisto