Pues aquí venia yo a escribir sobre el primer concierto que daban en España los recién creados Anmunition, acompañados de tres bandas jóvenes de nuevo cuño para ir abriendo el apetito de los asistentes. La idea de los teloneros hay que reconocer que es enternecedora. Abren fuego ante la masa enfervorizada para irles preparando para la traca final que suele ser una banda grande y reconocida. Y la verdad es que esta idea el otro día no funcionó.
Básicamente porque a las tres bandas anteriores al cabeza de cartel lo vieron sus familiares y amigos. Fue muy triste comprobar cómo, precisamente la que a mi juicio fue la mejor banda invitada, solo estábamos 4 personas (literalmente) atendiendo junto a la madre de uno de ellos. Y es que Stone Beat sonaban realmente bien, con un vocalista tirando a decente y un buen guitarra que sonaba a artista consagrado. Solo decir que si este guitarrista cuyo nombre desconozco, hubiera estado en el primer disco de Ángeles del Infierno, aun a día de hoy, estaríamos ante el mejor disco de Hard Rock español de todos los tiempos. Aun me entra la risa floja cuando recuerdo cualquiera de los solos de guitarra que los pobres intentaban hacer y que realmente sonaban como tirar una caja de herramientas con clavos por una escalera. La banda variaba entre temas propios, con covers de otras bandas desde Deep Purple, Rainbow, hasta una cover de Mötorhead. A mí me gustaron bastante, aunque cada vez que miraba al público y ver a 4 personas no me hacía presagiar nada bueno.

A estos chicos les siguieron otros llamados Volumen, que a mí personalmente no me hicieron demasiada gracia. Les respeto, pero practican un rock a medias entre Barricada y Leize que no me terminó de gustar. El cantante se movía poco pero me dio la sensación que era el que más tablas tenia de todos. A modo de sugerencia, si el guitarra solista lee esto, le aconsejo que se baje la guitarra un poquito.

En siguiente lugar aparecieron Sexty Nice, donde estuve disfrutando de la compañía de mi amiga y compañera Alicia Albertos, y coincidimos en que lo mejor de su catalogo fue una versión de los Extreme, donde el guitarrista sudó para hacer un solo que no hiciera sonrojar al personal sabiendo la talla del gran Nuno Bettancourt. Hizo lo que pudo. Posteriormente me fui con otro crack y amigo que traía de la mano a la gran estrella de la noche como era Erik Martensson. Y es que mi colega y compañero Rocky siempre ha sabido rodearse bien, y el muy granuja estuvo cerveceando con la banda Anmunition por Madrid junto a otro golfo legendario como es Raúl Beckham. De la banda, Sexty Nice pues poco que decir, igual algún día el vocalista deja de gritar cada 15 segundos. Opinión personal.

Y llegó el ansiado momento por el que todos habíamos arribado al lugar. Fijaos que es una banda recién llegada al panorama musical, pero los músicos son gente tan veterana, tan salvajemente bien preparada, que todo aquello sonó desmesuradamente bien. Además tuve la suerte de colocarme detrás en una especie de mini grada algo sobre elevada donde llegaba el sonido nítidamente. Abría el concierto la poderosa Do you like it y fijaros lo que decía yo en la review que publicamos en ViriAor de este disco… “tema gamberro, trasgresor, el comienzo a lo Red Hot Chili Pepers no debería despistarte. Otra vez un estribillo poderoso, fácil de defender en directo para meterse al público en el bolsillo…”. Tal vez el principio del tema con su “Welcome to the show…” ayude a presentar las credenciales. Erik en la guitarra solista estaba inconmensurable, al igual que el legendario bajista de Pretty Maids, Hal Patino, que era como el Xavi de los mejores tiempos repartiendo juego. Esto es meterse en el bolsillo al público desde el minuto uno. Además del cristalino sonido en el que tu cerebro recibía la reconfortante sensación de estar ante algo grande.
Shanghaied tema que da título al disco y además de los mejores temas del mismo, sonaba atronadora con Age Sten Nillsen cantando con una potencia desconocida, el tipo es un showman de primera, ganándose al público con su simpatía y personalidad. El tema en vivo gana una barbaridad, y debo reconocer que me sorprendió el nivel de habilidad a las guitarras de Erik. Creo que jamás llegará a ser un Guitar Hero como Magnus Henriksen pero ha mejorado muchísimo llevando el peso del directo con gran maestría. Strung Out era la siguiente con el demoledor sonido de guitarras, teclas al fondo del pasillo, coros bestiales y Age Sten cantando como nadie. Era evidente que el microscópico tamaño del escenario se le quedaba pequeño. Como lucen los motherfuckers en directo, madre mía. Por supuesto que se atrevieron con temas de la ex-banda del vocalista Wig Wam, Gonna get you someday, Hard to be a Rocker Roller, y la fantástica Bless the night, que lucieron mucho también en directo. Jamás los vi en vivo, así que esto es lo más parecido que veré nunca de esta fantástica banda. Los temas caían con solidez, Lighthouse, solo de guitarra de Erik maravilloso, Tie me down que resulta una virguería en vivo con unos coros devastadores. No alcanzo a explicar lo bien que me lo estaba pasando. Después del solo de Jon Pettersen, guitarrista de Bad Habit, súper simpático el tío toda la noche, tocaba el medio tiempo de la noche. Y es que oír Road to Babylon en vivo es una sensación apabullante. Hasta el vocalista se armó de una guitarra acústica e interpretó el mejor tema de la noche. Los pelos como escarpias. Para entonces ya había calentado las cuerdas vocales y nos estaba dando un curso gratuito de cómo cantar de una forma desbordante. Que calidad… menudo Showman…

Hit me your bombs puro músculo, Slash disfrazado de Erik o Jon, sonido sólido y unos coros acojonantes, fue uno de los mejores temas de la noche. El sonido de bajo impecable. Y es que Hal Patino es uno de los grandes. Por cierto que no he recalcado que tener a los coros al vocalista de Eclipse es un lujo impagable, un éxito al alcance de muy pocos. Aquello sonaba de muerte. Heart’s not in it otro tema para el lucimiento vocal de Age Stan Nillsen, y otro colega argentino que también escribía para una revista cuyo nombre no recuerdo, espero que me perdone se volvió y me dijo “… este tío canta del carajo!!…” y no le faltaba razón. A cada tema se le oía mejor, con más ganas y modulando con fuerza y potencia. Que brillantez… Wild Card con ese comienzo a los Bon Jovi del Slippery, sonó impecable, y es que la pléyade de músicos es bestial. Qué suerte haber estado allí para verlo. Reconozco que llevaba muchos meses sin oír este discazo que puntué con un 9 y básicamente verlos interpretar este disco me da la razón. Detrás de cada tema hay trabajo y talento a raudales. Menudos coros.

Take out the enemies llegó al cullmen de la noche. La guitarra y los coros apabullantes de Erik que mas que coros parecía a veces el vocalista solista de la noche, las guitarras afiladas, en fin que explosión de sabores todos realmente apetitosos. Aquello sonaba rayano a la perfección. Después de los solos de batería (magnifico e impresionante) y de Bajo, entre dos temas de Wig Wam ya reseñados, llegó el Hit de la noche. Y es que ser testigo de la interpretación del mejor tema del disco Give me a sign resulto absolutamente orgásmico. Como ganan ciertos temas en directo… y este que en disco me parece de los mejores del año, en vivo es arrebatador. Todo lo anterior, estar hasta cerca de la 1 de la noche sin haber cenado, todo había merecido la pena por ver este tema en vivo. La atronadora voz de Age, junto a los coros Bon Jovinianos de Erik y toda la troupe, daban como resultado una descarga de adrenalina terriblemente devastadora para los sentidos. Increíble. Lo habían hecho. Todo el mundo en el bolsillo. Cerraron con los dos últimos temas de la noche Silverback que es uno de mis favoritos y que abre el disco, y otra vez otra interpretación magistral, y cerrando con el último tema de Wig Wam llamado In my dreams poniendo punto y final a un concierto memorable, que sonó impecable en una sala algo pequeña para albergar grandes eventos, pero que para la gente (poca por desgracia) fue más que suficiente. En fin, espero volver a verlos alguna vez pues no sé, teloneando a alguien más grande en un escenario a la altura requerida, para no volver a Age Sten como a un león enjaulado. Le faltó pista. Pero a la hora de cantar, amigos míos, pocos pueden presumir de estar a la altura…
Texto y fotos: Whizard
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