Suele ocurrir… cuando esperas mucho de un proyecto que te enteraste que existía y luego no resulta todo lo redondo que pensabas, pues te ocurre como a mí. Más o menos con la cara de un dromedario rumiando hierba mirándote con expresión aburrida. Y conste que no me parece mal disco, pero quizás mi problema es que espero demasiado de uno de mis ídolos de siempre como es el señor Vinny Burns. Este tío tiene en la calle obras exageradas con el grupo Ten, Dare y haciéndole los discos en solitario a Bob Catley, vocalista de Magnum entre otros muchos. Así que quizás podría decir que es una mezcla de ellos tres, pero quizás se parezca más a Ten o los solitarios de Bob con otros matices derivados del Hard Rock inglés. Para empezar se ha buscado a un más que excelente vocalista, y disculpadme porque no he presentado a los invitados…
Vinny Burns (Dare, Ten, Bob Catley, Burns Blue, The Ladder, Asia, Ultravox, Hugo) Guitarras
Greg Morgan (Dare, Ten) Batería
Nigel Bailey (rookie del año) al bajo y las voces
Y digo bien lo de rookie del año porque el poder vocal de Nigel me ha sorprendido gratamente. No solamente lo hace de maravilla, sino que para el estilo musical que han elegido, la verdad es que encaja como un guante. El disco resulta una especie de Hydra, una gran bestia de siete cabezas donde se entremezclan una variedad de estilos, todos buenos hay que decirlo, y con temas a mi juicio realmente buenos, con otros donde la bruma nubló a las musas a la hora de componerlos. Ajustaos el cinturón que empieza la aventura…
Como no podía ser de otra forma el álbum empieza con la inestimable guitarra de Vinny, fuerte, poderosa, puro sonido Gibson en Trouble in a red dress, y enseguida me llama la atención el tono de voz, con matices roncos nada forzados y un tono general absolutamente deslumbrante, bello, inesperado como esa primera caída desde lo alto de una montaña rusa, donde tu capacidad de asombro alcanza cotas altísimas ligadas a una sensación de ahogo y terror. Francamente no esperaba esto de este absoluto desconocido. Cuanto talento existe por ahí escondido de los ojos del gran público. Aires Ten en este buen tema para romper el hielo. Hold me down nos devuelve al gran sonido rockero que atesora este esplendido guitarrista, coros adornados por brillantes notas a los teclados y ese aire macarra que se consigue con ciertos tonos de distorsión en las guitarras. Rock sin gilipolleces como diría mi buen amigo Juanra. Eso sí, en el debe de Vinny hay que decir que nunca será un virtuoso, sus solos de guitarra me llegan a emocionar como el ver cruzar a una abuela un paso de peatones provista de un andador. Quizás su música no lo necesite tampoco, aprecio más su capacidad de componer. Twisted soul resulta la prueba del algodón para el bueno del vocalista, ya que casi todos los instrumentos se apartan para dejar paso a la soledad del cantante con un fondo musical en segundo plano y ahí es donde se descubren a los grandes. Es como salir al escenario tú solo a hacer un monólogo donde el público vigila cada movimiento tuyo deseando reprocharte cualquier indecisión. Y Nigel lo borda en este tema lleno de fuerza, belleza y versatilidad. Sin duda este tema habría quedado muy bien en cualquiera de los discos de Ten, Tygers of Pang tang, los mejores Thin Lizzy, incluso hubiese jurado que pega en los solitarios de Bob Catley.
Winter soul algo más tranquilo y enternecedor para mecer al oyente en una sensación de nostalgia pasajera que todos tenemos al oír cosas como esta. Debo confesar que los medios tiempos del mundo del rock en general me ablandan el espíritu. Precioso tema. Just a man tema setentero, guitarras distorsionadas que dan paso a matices más melódicos donde debo decir que el vocalista está enorme. De los que más me gustan del disco.

Holy water conseguirá estremecerte con un alucinante sonido de guitarra al más puro estilo Zakk Wilde, Nigel sigue on fire, cantando a un nivel altísimo… ¿donde ha estado este hombre por Dios? Sin duda será de tus preferidos del disco. Coros bien pensados y no creo equivocarme si digo que es de los temas estrella del disco. Muy apropiado para pinchar en programas de radio, hasta el solo de guitarra me resulta brillante. Two hearts beat as one tiene claras tendencias hacia el tema del Boss, Streets of Philadelphia, con un teclado realmente parecido y de una belleza sobrecogedora. Cautivará tu cerebro llevándolo más allá de lo que tu imaginación pueda crear. Es tan bella que creerás que eres la novia de Clark Kent cuando la paseó por primera vez entre las nubes viendo las toneladas de belleza que se pueden observar desde tan privilegiada posición. Aquí las musas han hecho muy bien su trabajo. Kathmandú viene de serie provista de esos aires asiáticos que demanda su titulo. Peculiar tema con personalidad propia donde Nigel canta de forma atronadora, en un tono tan alto que si le intentas seguir sin la preparación apropiada, tendrás que agenciarte un cencerro para poder contestar al estilo Harpo Marx.
Made for one another otro medio tiempo meloso para poner en ese video de boda de tu cuñado que siempre tienes que ver cuando te invitan a comer. Tema correcto, bien hecho, bonito para cantar a bordo de un piano a la luz de la luna para enamorar a esa bella mujer con la que todos soñamos. Magdelene con aires entre Asia y Magnum, gustará a los amantes de lo progresivo al calor de su típico teclado. Luego entra dentro de las fronteras del Hard Rock típico con otra vez el vocalista a modo de estrella del disco. Este desconocido reconozco que me ha ganado para siempre. Temazo. Don´t let me fall de los más bellos del disco, acordes de guitarra sabiamente colocados, teclas al fondo del pasillo como que no las ves, otra vez esa voz descomunal, portentosa por lo cálida y bella que resulta, en fin una fina obra de orfebrería musical que calma mi corazón y mi espíritu. De las mejores del disco. Hellfire Highway cañera para poner a todo volumen a esa vecina coñazo, que está todo el día con la cumbia y la bachata. Sube el volumen y que se joda. Caña pero con matices. Como un martillo pero con empuñadura de plata. Te hará mover la cabeza hacia delante y hacia atrás con su ritmo endiablado. Sicilian Kiss tema instrumental pleno de belleza y buena cocción, cierra un buen disco de Hard Rock melódico en el que no puedes imaginar que la culpa de todo esto la tiene este trío desconocido, con ganas de comerse el mundo. Como dije al principio es un buen disco, te resultará entretenido, pero mi nivel de exigencia con genios como Vinny es máximo. Siempre espero mucho de los mejores, y este tío lo es. Quizás el siguiente disco de ellos supere a este, yo al menos lo espero.
Nota: 8,5
Whizard
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